El avance de la vacunación mejora las previsiones económicas y prevé un crecimiento de más del 6,8% del PIB de Euskadi

La encuesta sobre la “Situación Económica de las Empresas de Bizkaia” de Cámarabilbao refleja síntomas de recuperación, aunque a niveles muy moderados.

14 julio, 2021|Categorías: Estudios|

Cámarabilbao

Transcurrido un año de la pandemia, las perspectivas mundiales siguen siendo muy inciertas. Las nuevas mutaciones del virus y la incesante pérdida de vidas humanas son motivo de preocupación, aun cuando la creciente cobertura de la inmunización contribuye a una visión más positiva de la situación económica.

Dentro de la gravedad, el optimismo comienza a modelar las proyecciones económicas que ensombrecían el panorama en los primeros meses del año. No obstante, las expectativas dependen no solo del resultado de la lucha entre virus y vacunas, sino que también del grado en que las políticas económicas desplegadas en medio de una gran incertidumbre puedan limitar los daños duraderos causados por esta crisis histórica.

Cámarabilbao, consciente de que las empresas son las verdaderas protagonistas del desarrollo económico del Territorio, ha vuelto a consultarles sobre su situación en esta primera mitad del año y las perspectivas de futuro. Los datos del primer semestre de 2021 de esta Encuesta sobre la Situación Económica de las Empresas de Bizkaia reflejan una situación positiva, con síntomas de recuperación sobre los malos resultados de 2020.

El Indicador de Confianza Empresarial –que combina los resultados de las variables: cifra de negocio, número de trabajadores/as con contrato, e inversión- señala que nuestra economía recupera valores de crecimiento de la actividad, aunque todavía a niveles muy moderados. Los sectores de la industria y la construcción están siendo la referencia, al verse afectados en menor medida por las medidas de distanciamiento social.

Cifra de negocio, empleo e inversión

  • Un 42% de las empresas encuestadas afirma que ha aumentado su cifra de negocio, pero un 32% afirma que dicha cifra ha disminuido.
  • El 51% mantiene la estabilidad de sus plantillas, pero el 28% se ha visto abocado a reducirlas. Un 78% de las empresas mantiene o aumenta su inversión.
  • El 54% ha mantenido los precios y el 21% los ha reducido
  • El mercado de trabajo está mostrando mucha más resistencia que en crisis anteriores, aunque continuará altamente afectado por la pandemia.

Evolución por sectores

  • La industria será clave en la recuperación, al perjudicar las medidas de distanciamiento más a las actividades que requieren interacción personal. La economía vasca puede verse claramente favorecida por la relevancia de su industria, con un peso del 24% frente al 18% de España.
    • Un 56% de las empresas ha incrementado su cifra de negocio.
    • Un 22% ha aumentado la inversión.
    • Y un 23 ha crecido en el número de trabajadores/as con contrato.
  • La construcción sale de su letargo y muestra síntomas de recuperación. La reactivación de la obra pública y las rehabilitaciones contribuirán a recuperar el sector que podría tener un efecto tractor en la economía vasca.
    • Un 50% de las empresas de construcción incrementa su cifra de negocio, aunque un 31% la reduce.
    • La inversión se mantiene para un 71%.
    • El aumento de la actividad ha originado que un 30% de las empresas constructoras haya incrementado la cifra de trabajadores/as con contrato.
  • El comercio:
    • Un 38% de los comercios encuestados indica que ha disminuido su cifra de negocio, un 32% ha reducido sus inversiones.
    • Un 69% mantiene el nivel de plantilla, un 20% la ha reducido
  • El ocio y turismo ha visto una recuperación en la cifra de viajeros/as y pernoctaciones evidente en los primeros cinco meses del año.
    • Ocho de cada diez hoteles han vuelto a la actividad y las reservas de las casas rurales se sitúan a un nivel cercano al de hace dos años.
    • La evolución del tráfico de pasajeros en el aeropuerto de Bilbao sigue también una línea ascendente de recuperación al volver este verano el 80% de sus rutas, e incluso incorporará nuevas.

Avance de las exportaciones

  • Las cifras del primer cuatrimestre muestran un avance del 23,4% de las exportaciones de Bizkaia, con una ganancia de 610 millones sobre la cifra de enero-abril 2020. Los productos relacionados con la automoción son los que se muestran más dinámicos.
  • En el primer semestre, las exportaciones aumentaron en el 30% de las empresas, y para la segunda mitad del año las previsiones de crecimiento alcanzan al 36% de las mismas.
  • El importante peso de los productos petrolíferos está lastrando tanto la cifra de las exportaciones vizcaínas como la evolución del tráfico en el puerto de Bilbao. Así –según los últimos datos- ha movido un total de 12,7 millones de toneladas en los cinco primeros meses de 2021, por debajo de los 14,1 millones de 2020.

¿Cómo terminaremos 2021 y qué nos deparará 2022?

A la vista de los resultados de la encuesta, afrontamos los próximos meses en un escenario de luces y sombras cargado de retos e incertidumbres, lo cual no es una novedad.

Las previsiones para la segunda parte de 2021 y primeros meses de 2022 avanzan una situación económica enmarcada en el contexto de pandemia, en la lucha entre la  vacuna y el virus. Las empresas apuestan por la estabilidad, manteniendo saldos netos positivos en todas las variables.

La industria y la construcción prevén una recuperación más intensa mientras que, por el contrario, el comercio y los sectores relacionados con el ocio-turismo quedan a la espera de que el ahorro acumulado en el periodo de confinamiento se transfiera al mercado.

También hay otros datos altamente positivos que visualizan una mejora de la competitividad de las empresas de Bizkaia. Un 34% considera que incrementará su competitividad en el segundo semestre de 2021; un 27%, su productividad; otro 26% aumentará la creación de nuevos productos; un 24% incrementará sus inversiones en formación de la plantilla; y un 20% sus inversiones en I+D+i.

La debilidad de la demanda, el precio de la energía y las materias primas y los costes laborales serán los factores más importantes que condicionarán la actividad empresarial. La interrupción de la cadena de suministro afecta de un modo más importante al sector industrial y los costes asociados a la crisis de la COVID-19 al sector de servicios.

Lo que parece vislumbrarse es que volvemos a ver la luz al final del túnel. Los principales protagonistas de la economía mundial se encuentran en plena recuperación y también está llegando a Bizkaia. Se recupera la confianza de los hogares y las empresas y, en este contexto, el consumo y la inversión podrían repuntar con más fuerza de la prevista y el comercio exterior se vería también beneficiado de la recuperación del turismo y el comercio mundial. El crecimiento del PIB vasco podría situarse en el entorno del 6,8% a finales de 2021, moderándose ligeramente, hasta un 6,6%, en 2022. En cualquier caso, lo que no cabe duda es que la pandemia sigue y seguirá siendo durante un tiempo el gran determinante del escenario económico.

Los próximos meses, e incluso años, van ser decisivos, con dos frentes claramente abiertos: la salud pública y la recuperación económica. Aunque las previsiones deben contemplar la posibilidad de nuevos rebrotes, se espera que la inmunización de los colectivos cada vez más jóvenes refuerce las dinámicas epidemiológicas y permita aliviar la presión sanitaria, favoreciendo una reactivación más sostenida de la actividad económica.

La activación de los recursos financieros europeos, de forma rápida y eficaz, suponen una oportunidad única que no podemos dejar pasar. La diversificación de nuestra actividad en distintos mercados supone una condición que nos va a permitir minimizar el impacto de las adversidades externas, aportando solidez y estabilidad a nuestro valor como inversión en el medio y largo plazo.

La tecnología está demostrando que muchas actividades del día a día pueden digitalizarse de manera eficiente, aunque las más esenciales sean imposibles de suplantar. Es preciso realizar un análisis más microeconómico en el que la empresa juega un papel relevante como creadoras de riqueza, aplicando las mejores prácticas internacionales y tecnologías disponibles.

La estrategia de salida y las medidas a poner en marcha deben generar certidumbre para que las empresas puedan dirigir su innovación, financiación e inversión a las nuevas necesidades económicas y sociales que surgen tras la crisis, como una transformación innovadora y digital más intensa o los cambios en las preferencias de los mercados.

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