Ampliada a tres años la garantía para los productos nuevos
La norma también obliga a las empresas a suministrar servicio técnico y piezas de recambio al menos durante los diez años posteriores a dejar de fabricar dichos productos
Cámarabilbao
La nueva norma de consumo establece que la garantía legal mínima se amplía de dos a tres años a partir del 1 de enero de 2022. Este cambio extiende el actual plazo de garantía legal de un producto en más de un año. Un cambio de paradigma que los comercios tendrán que aplicar con la entrada del año 2022.
El cambio en la norma actual se queda solo en los productos nuevos. En el caso de los productos de segunda mano, que hasta ahora contaban con una garantía mínima de un año, verán este plazo confirmado nuevamente. Así, los productos usados contarán con un tercio de la garantía completa de los productos de nueva adquisición.
La nueva normativa establece, como recuerda Kontsumobide, Instituto Vasco de Consumo, dependiente del Gobierno Vasco, que si la falta de conformidad del producto se produce durante los seis primeros meses, se entiende que ya existía en el momento de la entrega. Con la entrada en vigor de la nueva ley, los seis meses se amplían a dos años o a un año en función del artículo. A partir de ahora, el consumidor no tendrá que demostrar que el producto no cumplía con lo acordado en el momento de la entrega del mismo, algo que sí tendrá que hacer el empresario para oponerse a la reclamación interpuesta por el usuario.
En busca de patrones de consumo más sostenibles
La nueva realidad viene provocada por la entrada en vigor del Real Decreto-ley 7/2021, de 27 de abril. Este cambio normativo busca incluir dentro de la normativa española de consumo directivas europeas enfocadas a mejorar la duración y sostenibilidad de los bienes de consumo.
A la par de la extensión del tiempo de garantía legal mínima que tendrán los productos, también se modifica el criterio sobre el plazo durante el cual las empresas deben garantizar el suministro de piezas y recambios. La norma estipula que los fabricantes tendrán que prestar servicio técnico y piezas de recambio durante un plazo mínimo de diez años desde el momento en el que se deja de fabricar un producto. Este cambio hace que el periodo pase de los cinco años actuales a los diez a partir de 2022.
Desde el Ministerio de Consumo se busca que esta norma incremente la durabilidad de los bienes, luchando así contra la obsolescencia y reduciendo el impacto ambiental. La nueva regulación responde a una petición histórica de las diferentes asociaciones de consumidores, que reclamaban una regulación que aumentara la durabilidad del producto, favoreciendo así la sostenibilidad y un menor impacto medioambiental.
