“Si no estás ahí, te lo vas a perder. Si no practicas la sostenibilidad, te vas a quedar fuera del mercado”
Isabel Castillo, Co-Directora del Programa Líderes en Sostenibilidad de la Universidad de Valencia, participará este próximo 25 de octubre en una jornada organizada por Cámarabilbao, en colaboración con la Agencia Vasca de Internacionalización, que abordará la sostenibilidad como un activo indispensable en la internacionalización.
Cámarabilbao
Isabel Castillo es una apasionada de la sostenibilidad, ya que ella misma dice que no le gusta el término de experta. “Tuve la suerte encontrarme hace mucho tiempo con algo que entonces era muy novedoso y que me permitió descubrir una nueva forma de entender y de hacer por parte de las empresas y de las organizaciones”. La sostenibilidad, dice, “es una transformación gota gota, no el proceso mágico que a veces espera la gente. Es una transformación que permite ampliar nuestro impacto, la forma en la que nos relacionamos, en la que producimos, en la que vendemos y, en general, en la que nos permite tener una visión más amplia de lo que quieres ser una empresa“.
Su experiencia en el campo de la sostenibilidad es amplísima, habiendo formado parte de diferentes organizaciones vinculadas a la sostenibilidad a nivel nacional e internacional. Ha colaborado con organizaciones como el Club de Excelencia en Sostenibilidad o Amfori. También ha colaborado estrechamente con el ICEX a través de acciones formativas, en publicaciones y en diferentes programas. Es Co-Directora del Programa Líderes en Sostenibilidad de la Universidad de Valencia, Cátedra de Empresa y Humanismo. Además de esa faceta de docente, es la responsable de la Oficina de Sostenibilidad de la Cámara de Comercio de Valencia.
El próximo 25 de octubre participará en la jornada “Sostenibilidad, un activo indispensable en la internacionalización” donde analizará el papel que la sostenibilidad juega para las empresas a la hora de poner en marcha su plan de internacionalización.
Se habla mucho de sostenibilidad, pero ¿cómo definirías la sostenibilidad?
Es un concepto que ha cambiado mucho con el tiempo. La definición que más se trabaja en el entorno europeo es definir la sostenibilidad por su impacto en la comunidad y por su impacto en los negocios. Un impacto que se define por las tres pilares: el ambiental, el social y la gobernanza. Detrás de ese impacto está esa forma nueva o diferente de abordar la cultura, los procesos y la forma de hacer y de comunicar de las organizaciones.
Estamos en un momento de grandes cambios para las empresas y la sostenibilidad juega un papel importante.
Ante la situación, no casi actual ya sino endémica que estamos trabajando a nivel internacional, de constantes desequilibrios geopolíticos o con la velocidad a la que se está moviendo el mundo a nivel internacional, vemos que hay tres revoluciones que van parejas a esos tres pilares de sostenibilidad que comentaba del ambiental, social y de gobernanza.
En primer lugar, vemos que hay una revolución económica muy ligada a los procesos de digitalización que ha cambiado la forma en la que producimos, en la que trabajamos, en la que consumimos y, no digamos ya, por ejemplo, cómo grandes países productores como China ya no están al otro lado del mundo, están a un clic de distancia.
En segundo lugar, vemos que hay una revolución ecológica con el cambio climático y con las referencias a cómo está impactando el hombre y la actividad humana en el medio ambiente. Se habla de Economía Verde, de cambio climático, de cálculo de huella… y aquí el comercio internacional, que tenemos que tener en cuenta es parte del problema, pero sin duda, y todavía más importante, es parte de la solución. Integrar la sostenibilidad en las operaciones internacionales nos va a permitir tener esa fotografía actual con todos esos criterios.
Y, en tercer lugar, tenemos una revolución social derivada de esos desequilibrios políticos que han favorecido desequilibrios económicos que propician un clima de confrontación. Tenemos que integrar a las personas, tenemos capaces de saber que nuestro impacto en el planeta también pasa por conocer cuál es el impacto en las comunidades ahora y en los años venideros.
La sostenibilidad nos ayuda a entender todo esto y a prepararnos. Hay un componente muy importante de la sostenibilidad que se basa en la evaluación del riesgo a través del diálogo con las partes interesadas, superando el concepto tradicional en el que la empresa casi podía con todo y tiraba para adelante. La empresa se ha abierto y empieza a entender su contexto y a los demás, y en eso es clave el diálogo con grupos de interés que nos ayuda a adelantarnos a esas incertidumbres que van viniendo y que se repiten. No es una tabla de salvación, esto no es una solución mágica, es como una tabla de surf que nos ayuda a sortear esas innumerables olas que van llegando de crisis y de oportunidades que tenemos que aprender a identificar y a conocer.
¿Qué desafíos presenta integrar la sostenibilidad en la estrategia de internacionalización?
A nivel internacional destacaría dos desafíos. Por un lado, esa situación de incertidumbre y la necesidad de generar confianza. La imagen de marca a nivel internacional es fundamental, y se basa en la confianza. Pero para ganarse esa confianza las marcas tienen que sembrar valores. Esto es parte de ese proceso de diálogo y de saber cuáles son las tendencias. Hace poco escuché a José María Cubillo, Director General de MESIAS, que se refería a que en este concepto de marca hay que tener en cuenta la imagen de marca propia y la imagen de marca país, que al final actúa como un paraguas sobre todo para esas organizaciones más pequeñas que actúan bajo ese paraguas en sus procesos de internacionalización. Qué pasa, que esos valores tienen que estar basados en aspectos reales, entre los cuales destaca especialmente la sostenibilidad. Y para eso tienen que estar convencidos. Es muy importante no solo hacerlo, sino también parecerlo. Es muy importante que todas las empresas pierdan el miedo a comunicar lo que están haciendo en sostenibilidad, en sus propias organizaciones y en sus relaciones con proveedores y clientes a nivel internacional.
El segundo desafío son esas relaciones a lo largo de la cadena de valor con los socios comerciales, con los clientes. Lo están pidiendo los grandes clientes a nivel internacional, y poco a poco casi todos están demandando a sus proveedores que trabajen en marcos relacionados con la sostenibilidad. Las empresas ya preguntan qué están haciendo los proveedores para cumplir con los compromisos de reducción de huella de carbono o para reducir el impacto del consumo de recursos naturales.
En este marco de mayor conciencia sobre la sostenibilidad, ¿existe un riesgo para las empresas que no hagan suyas estas prácticas?
Existe un riesgo para esas empresas, sí. Por una parte está el riesgo de pérdida de oportunidades al no contar lo que hago en materia de sostenibilidad como el cliente quiere que se lo cuente. Ya no vale cualquier relato, no vale hacer unas memorias de sostenibilidad muy bonitas. Esto ya está basado en indicadores concretos.
No existe solo el riesgo de pérdida de oportunidad en un momento concreto, existe el riesgo de que quedarte fuera de mercado a la larga. La conciencia por la sostenibilidad se va extendiendo entre los clientes internacionales, las administraciones públicas… con lo cual, si no estás ahí, te lo vas a perder. No es que vayas a ser menos competitivo, es que si no practicas la sostenibilidad, te vas a quedar fuera del mercado. El riesgo está ahí, no hay que evitarlo, hay que conocerlo y gestionarlo.
Antes no se tenían en cuenta determinada circunstancias como saber la trazabilidad completa de mi cadena de suministro, de la que muchas veces nos hemos desentendido. Ahora ese concepto de transparencia, que también cobra mucha importancia, es clave que llegue hasta el final de la cadena, que sepamos a quién estamos comprando y qué estamos comprando. Tenemos que cambiar un poco ese chip.
¿Qué recomendaciones darías a las empresas para conjugar la estrategia de sostenibilidad con su estrategia de internacionalización?
Que se atrevan, hay que perderle el miedo. La sostenibilidad no es imposible, no es teórica, se aplica en el día a día y no es algo que ya podamos dejar para más adelante, está aquí y es un requisito de mercado.
Este pasado 25 de septiembre se cumple el aniversario de la aprobación de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en la Asamblea General de Naciones Unidas. Es importante por el aniversario y porque comienza diciendo “nosotros los pueblos”. Somos nosotros quienes emprendemos el camino hacia 2030, acompañados por los gobiernos, los parlamentos, Naciones Unidas y otras instituciones internacionales, las autoridades locales, los pueblos indígenas, la sociedad civil, las empresas, el sector privado… Hasta su aprobación parecía que la sostenibilidad se exigía solo a la administración pública, y es a partir de la Agenda 2030 que se busca la involucración activa de las empresas. Ellas tienen que creerse que el cambio está en su mano y que, integrando la sostenibilidad en sus estrategias, pueden generar esa transformación, en beneficio propio y en beneficio de las comunidades y del sector empresarial de ahora y de futuro.
Sobre recomendaciones más concretas, diría el ABC de la sostenibilidad: alinearla y aplicarla con el negocio, integrar los procesos en la cultura y en la organización, que lo apruebe y apoyen todos los niveles de la organización, establecer metas y objetivos concretos y comunicar interna y externamente qué se hace y cuáles son los logros. Esto ya no va a de contar lo que he hecho y de ponerme medallas con lo que he hecho bien. Va de comprometerse con metas y objetivos concretos que pueda contar y compartir.
Este próximo 25 de octubre participas en la jornada “Sostenibilidad, un activo indispensable en la internacionalización”, ¿qué se encontrarán las personas que asistan a tu ponencia?
Vamos a dar esas claves sencillas y prácticas para que las empresas puedan comprometerse y desarrollar estrategias concretas de sostenibilidad para integrarlas en el negocio, con el enfoque puesto en sus operaciones internacionales. En “Sostenibilidad, un activo indispensable en la internacionalización” abordaremos cuáles son los retos del contexto actual, el motivo por el que hay que tener en cuenta que esto es una materia que está en constante evolución, la importancia de conocer el momento actual para poder adaptarnos a las regulaciones, a la normativa y a las exigencias de los mercados, y cómo trasladar esas exigencias a acciones concretas. Veremos qué es lo que se está haciendo aquí y en otros países y, sobre todo, alentar a que todas las empresas puedan implementar las prácticas de sostenibilidad en su organización y en sus operaciones.