El consumo de platos preparados se ha multiplicado por cinco en los últimos 20 años

El consumo de platos preparados en España ha experimentado un crecimiento vertiginoso en las dos últimas décadas, viviendo un incremento del 514,8% desde 2024. Este crecimiento se traduce en un consumo de casi 14 kilos más por persona al año de este tipo de platos.

La tendencia refleja un profundo cambio en los hábitos alimentarios de la población. Según datos recogidos en el Panel de Consumo Alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el consumo per cápita de platos preparados en marzo de 2024 se situó en 16,6 kilos. El dato contrasta significativamente con los 2,7 kilos de media en los que se situaba el consumo de estos productos elaborados hace dos décadas.

La razón a la que apunta el Ministerio para explicar el importante aumento en el consumo de platos preparados en estas dos últimas décadas está en una mayor búsqueda de la practicidad y la conveniencia por parte de los consumidores.

Desde Asefapre, la Asociación Española de Fabricantes de Platos Preparados, apuntan a la capacidad de estos productos a la hora de reducir desperdicios alimentarios y mantener la frescura y las propiedades nutricionales durante un tiempo más prolongado, como dos de sus atractivos más destacados.

Los principales consumidores de este tipo de platos son las personas mayores de 50 años que registran una ingesta promedio de 17,34 kilos, superando en casi un kilo al promedio nacional. Por Comunidades Autónomas, Madrid, Andalucía y Cataluña lideran el consumo de este tipo de platos. En concreto, son los catalanes, con 20,9kg de media de alimentos preparados por persona al año, los que se sitúan a la cabeza a nivel estatal. En el lado contrario se sitúan Galicia (10,2kg), Asturias y Navarra como las Comunidades que menos recurren a este tipo de platos.

Buenas perspectivas de futuro para el sector

El secretario general de Asefapre, Álvaro Aguilar, asegura que el crecimiento del sector se mantendrá fuerte en los próximos años gracias a su capacidad para adaptarse rápidamente a los cambios en el estilo de vida de la población. La creciente variedad de este tipo de productos disponibles en el mercado también es otra de las características que apuntan a la fortaleza de los platos preparados en los próximos años.

De cara al futuro, las perspectivas son igualmente positivas a pesar de los desafíos que representan la inflación y el derivado aumento en los costes de producción. Aunque son factores a tener en cuenta por el posible impacto negativo que pueden tener, también ven en estas circunstancias una oportunidad para el sector. Los platos preparados pueden posicionarse como una opción conveniente y accesible para los consumidores en un posible escenario de inflación.