Las bodegas familiares de Rioja Alavesa lanzan una marca diferenciadora para sus vinos
Una nueva estrategia busca destacar la identidad del vino alavés mediante un distintivo con la letra "A".
Cámarabilbao
En un esfuerzo por fortalecer su identidad y diferenciarse en el competitivo mercado vinícola, la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (ABRA) ha presentado una nueva iniciativa que busca resaltar la singularidad de los vinos elaborados en Álava. Desde la próxima cosecha, más de 70 bodegas familiares de la región utilizarán una pegatina con la letra “A” en sus botellas, un símbolo que representa tanto a “Araba” como a “Ardoa”, y que subraya la conexión profunda entre estos productos y su origen alavés.
Este movimiento responde a la necesidad de las bodegas de afrontar la crisis que azota al sector vitivinícola, en el que los últimos años han estado marcados por una caída en las ventas y el cierre de muchas pequeñas bodegas. En la comarca de Rioja Alavesa, se estima que han cerrado alrededor de 96 bodegas en los últimos años, en parte debido a la reducción del precio de la uva, que ha pasado de 1,19 euros por kilogramo en 2017 a prácticamente la mitad en la actualidad. Además, la competencia dentro de la Denominación de Origen Calificada (DOC) Rioja ha dificultado que las bodegas más pequeñas de Álava puedan destacar en el mercado.
La pegatina con la “A” no solo será un distintivo visual, sino que también forma parte de una campaña de promoción dirigida especialmente al mercado vasco, donde los vinos de Rioja Alavesa tienen mayor relevancia. El objetivo es reforzar el posicionamiento de los vinos alaveses como productos de alta calidad, elaborados de manera tradicional por pequeñas bodegas familiares. Según Itxaso Compañon, presidenta de ABRA, esta iniciativa no busca confrontar a la DOC Rioja, sino complementarla, subrayando la singularidad de los vinos de esta zona dentro del paraguas de la denominación.
Cada bodega tendrá la libertad de decidir en qué vinos incluir el distintivo, lo que permitirá a los productores adaptarse a sus propias estrategias comerciales. Si bien este año la pegatina se aplicará de manera provisional en las botellas, se espera que en las próximas campañas el símbolo sea integrado directamente en las etiquetas de los vinos, como parte de una estrategia de marketing a largo plazo.
La iniciativa de ABRA se presenta como un intento de revitalizar el sector y generar un nuevo impulso para las bodegas familiares, muchas de las cuales enfrentan serias dificultades para competir en un mercado cada vez más globalizado y dominado por grandes marcas.