Y ahora, ¿qué podemos hacer?
En el confinamiento que vivimos desde el mes de marzo, los sectores del Comercio, la Hostelería, la Restauración o los Servicios de proximidad (imagen personal, inmobiliarias, agencias de viaje u otros servicios turísticos, etc…) resultaron especialmente afectados.
Pero la persona consumidora valoró esta proximidad, interesándose por la oferta de producto local, con una trazabilidad conocida y brindado bajo un envoltorio de confianza y seguridad, atributos especialmente apreciados por aquélla ante la gravedad de la pandemia sanitaria.
Hoy, la situación sanitaria sigue siendo grave y ello obliga a restringir aforos y horarios en estas actividades e, incluso, a cerrar temporalmente, y de forma general, los establecimientos físicos de hostelería y restauración. Hay que insistir en la permisión del servicio a domicilio o de recogida con cita previa, hasta las 21:00 h.
Hay muchos pequeños empresarios/as afectados por estas medidas, pero deben saber que el consumidor/a sigue ahí, necesitado de sus productos o servicios, informándose 24 horas/día y más acostumbrado, a la vez que receptivo, a la venta a distancia que antes de la pandemia, porque la socialización sigue restringida y no recomendada. Parece obligado, entonces, adaptarse a esta situación y hacerse visible en el formato a distancia y en el medio online, exponiendo toda la información necesaria para resultar atractivo y competitivo, con el objetivo de resolver las necesidades y expectativas del consumidor/a de una forma rápida y cómoda, acorde a las demandas actuales en el mercado. Como premisa, es fundamental conocer las preferencias de la clientela o del público objetivo del negocio, incluso adelantarse a ellas, máxime en un momento de cierta inquietud y confusión provocada por las restricciones del estado de alarma.
¿Cómo hacerse visible para ofrecer venta a distancia? Hay variados medios y canales donde exponer datos y respuestas de forma clara y conectar así con esa clientela o ese público al que se dirige nuestro negocio: desde el uso del teléfono, whatsapp, geoposicionamiento online, página web, redes sociales o e-commerce. No disponer de una plataforma de venta online no puede ser una excusa para no conectar con el consumidor/a.
Desde Cámarabilbao y desde la Escuela Vasca de Retail (programa del Gobierno Vasco) se ofrecen talleres prácticos que ilustran al Comercio en este sentido. Y, los Premios Retail Digital Camarabilbao Sariak, que se convocarán en breve, guardan coherencia con esta necesaria visibilidad, dado que sustituyen al Concurso de Escaparates de Bizkaia después de 36 ediciones.
Consumidor y empresa local
Es cierto que las campañas de fomento del consumo ayudan, como los Bonos Comercio y Bonos Turismo lanzados por las administraciones vascas. Igualmente las medidas de mediación en los alquileres, que están desarrollando las instituciones, dado que la actividad está restringida o suspendida, mientras se redacta una ley estatal que regulará este tema. Las ayudas públicas deberían tramitarse de forma rápida, para ofrecer la liquidez necesaria a los negocios mas perjudicados.
Pero también es cierto que, si el consumidor/a valora especialmente el comercio o servicio de empresas locales, integradas en la vida de la ciudad, que ofrecen cercanía y confianza, además de producto de Km 0, en gran medida, éstas deberían responder a sus necesidades y expectativas y trabajar con este fin. Se reclama, desde hace tiempo, conveniencia en la venta del producto o servicio, además de una creciente personalización de la oferta. Ahora, se requiere también seguridad en los puntos de venta físicos.
Todo esto no es una opción, es la única alternativa para ser competitivos y exige creatividad y proactividad del empresario/a. No es tan importante la dimensión de la empresa, sino la proactividad y la diferenciación ligadas a la adaptación a las nuevas circunstancias, y más en estos momentos.
De persona a persona… todas las relaciones han de basarse en esta premisa, aunque abracen la tecnología.