El repunte de la pandemia y la falta de suministros rebajan la previsión del crecimiento del PIB al 5,5% en Euskadi y Bizkaia

La economía está en clara recuperación, pero se encuentra ralentizada por el repunte de la pandemia, así se desprende del último informe de coyuntura económica de la Cámara de Comercio, Industria, Servicios y Navegación de Bilbao. Esta situación se debe a los desajustes en las cadenas de suministros y la escalada de la inflación. En este contexto, en Bizkaia se aprecia una reducción del déficit del comercio exterior de bienes, datos positivos del mercado laboral y cierto optimismo en algunos sectores, no exento de retos y preocupaciones.

Cámarabilbao ha analizado la coyuntura macroeconómica con datos de fuentes oficiales para poder llevar a cabo un diagnóstico de la situación económica de Bizkaia en comparación con el resto de la CAV y del Estado. Por otra parte, ha realizado una nueva encuesta entre las empresas de nuestro territorio para conocer sus perspectivas y la confianza respecto a 2021 y 2022. Todo ello permite tener una visión empresarial que, aunque condicionada en gran medida por el desarrollo de la pandemia, nos permite acercarnos a un escenario lo más real posible. Esto permite también, en la medida de las posibilidades, intentar paliar las dificultades que deben asumir el comercio y la hostelería, la industria, los servicios o la navegación, los cuatro sectores representados en esta Cámara.

Perspectivas de crecimiento ajustadas por la coyuntura macroeconómica

A lo largo de 2021, la economía de la CAPV ha tenido un mejor comportamiento que la economía española, en términos de variación del PIB. La contracción del PIB vasco registrada en el primer trimestre (2,9%) fue 1,3 puntos inferior a la contracción de la economía española (4,2%), y los crecimientos de la economía vasca en el segundo y tercer trimestre fueron 1,1 y 1,2 puntos superiores, respectivamente, a los crecimientos del conjunto de la economía del Estado.

Por su parte, la economía de Bizkaia también muestra un mejor comportamiento que el de la economía española. Aunque el crecimiento en el segundo trimestre fue inferior al de la economía vasca, en el tercer trimestre creció un 4%, una décima de punto superior al crecimiento de la Economía de la CAPV que fue del 3,9%.

En cuanto a las perspectivas de futuro, y según los datos facilitados en el último Informe trimestral de la economía vasca (septiembre de 2021), el Gobierno vasco preveía un crecimiento del 6,7% del PIB en 2021 y del 6,4% en 2022, pero la evolución de la pandemia y los problemas de suministro que vive la industria puede hacer que estas previsiones sean menores.

La estimación de Cámarabilbao en relación al PIB vasco le lleva a fijar un crecimiento del 5,5% y considera que la recuperación de su economía será más rápida que en el conjunto del Estado. Por lo que respecta a Bizkaia, su PIB podría ser muy similar, una o dos décimas por arriba o por debajo de la media de Euskadi.

Un momento excepcional para la economía mundial

En los últimos meses de 2021, la inflación en la CAPV muestra un fuerte crecimiento, y en octubre se ha situado en el 5%. Este dato supera el objetivo del BCE (2%) y es un factor de inestabilidad, que resta competitividad y podría comprometer la recuperación económica. Es un dato preocupante, aunque la inflación en Euskadi fue, concretamente, 4 décimas de punto inferior a la del conjunto del Estado.

En Bizkaia la inflación se ha mantenido una décima de punto por debajo de la de la CAPV en agosto, septiembre y octubre, situándose en el 4,9%.

Los datos adelantados del INE de noviembre muestran un incremento de la inflación en el conjunto estatal, hasta el 5,6%, su nivel más elevado desde septiembre de 1992, hace casi tres décadas. En todo caso, estas tensiones inflacionistas también están presentes en el resto de economías de la Eurozona. En noviembre, Eurostat ha adelantado un IPCA en el conjunto de los 19 países que comparten el euro del 4,9%, tras una subida de 8 décimas respecto del dato de octubre.

La escalada de la inflación está centrada en los precios del petróleo, de la energía, y motivada también por el mayor coste del transporte internacional y los cuellos de botella de los suministros. La escalada de los precios es un factor muy preocupante de inestabilidad económica, que podría llegar a comprometer la recuperación en Europa, España, CAPV y Bizkaia. Paralelamente, hay una tendencia a la depreciación del euro frente al dólar y la libra esterlina que está contribuyendo, por una parte, a mejorar la competitividad de las exportaciones y, por el lado contrario, está agravando los malos datos de la inflación en la Eurozona.

En definitiva, podemos apuntar que la economía mundial está atravesando un momento excepcional causado por los desajustes en las cadenas de suministros internacionales y sus problemas para atender a una demanda mundial que ha explosionado tras la contención provocada la pandemia.

Los expertos confían en que en no demasiado tiempo se superará esa coyuntura y sus negativos efectos y, en particular, la escalada de la inflación que lastra significativamente el poder adquisitivo de los ciudadanos/as, cuando el consumo es un factor esencial en la recuperación económica. A ello se suma que estos inusuales incrementos en los precios rebajan los márgenes y la competitividad de las empresas.

Datos esperanzadores para Bizkaia

En Bizkaia, el comercio exterior de bienes registra saldos deficitarios, pero se han visto reducidos en los dos últimos años porque las importaciones se han reducido en mayor medida que las exportaciones. La Tasa de Cobertura en 2019 era del 83% y en 2020 es del 92%, es decir, las exportaciones de Bizkaia “cubrieron” el 92% de las Importaciones realizadas en el Territorio. A septiembre, último dato disponible, la Tasa se mantiene por encima del 90%. Las exportaciones de Bizkaia, por otra parte, están ganando peso en las exportaciones vascas y en septiembre ya representaban el 40%.

En cuanto al paro, el de Bizkaia representa entre el 56 y el 57% del total de la CAPV. Ha crecido, únicamente, en marzo, junio y agosto. En conjunto, el paro ha decrecido en más de 6.400 personas hasta el mes de noviembre. Del total de parados/as, el 55% son mujeres. El sector de servicios concentra entre el 66 y el 67% del total del paro registrado. La tasa de paro en Bizkaia se sitúa en el 10% en el tercer trimestre, mientras que en el conjunto del Estado es del 14,6% y en el conjunto de la CAPV de casi el 10%.

Por su parte, los contratos muestran una tendencia creciente, aunque en febrero, abril, julio, agosto y octubre se observan reducciones significativas respecto a los meses anteriores. Han pasado de 31.296 en enero a 45.258 en noviembre. En noviembre el 87% de los contratos fueron temporales y los contratos a jornada parcial representan el 44% en octubre (último dato aportado).

La afiliación a la Seguridad Social muestra una tendencia creciente. La menor afiliación se registró en agosto y la máxima en el mes de noviembre. Los trabajadores autónomos representan el 17% de los afiliados. En cuanto a la tasa de actividad, esta se sitúa cerca del 56% y es inferior a las Tasas del conjunto de la CAPV (57%) y del Estado (59%).

Otro dato para valorar la recuperación económica es el turismo, que muestra signos de recuperación en términos de pernoctaciones. En octubre de 2020 se registraron un total de 102.500 pernoctaciones y en octubre de 2021 se superaron las 250.000. Las pernoctaciones registradas de viajeros/as extranjeros/as han pasado del 19,5% a más del 32%.

La actividad del aeropuerto de Bilbao muestra también claros síntomas de recuperación y en octubre ha superado los 2 millones de pasajeros/as. Los viajeros de rutas internacionales han pasado de representar el 19% en enero a representar el 26% en octubre. La actividad del Puerto de Bilbao, muestra un ligero incremento de tráfico de cerca del 1% al mes de octubre lastrado, por un lado, por los graneles líquidos y, por otra parte, por las consecuencias derivadas de la huelga de estiba de hace un año que duró 57 días y derivó en la pérdida de tráficos que aún no se han recuperado.

En cuanto al número de empresas afiliadas a la Seguridad Social en Bizkaia hay un ligero crecimiento, pasando de 30.384 en enero a 30.904 en octubre. El sector servicios concentra el 80% de estas afiliaciones, y el sector industrial y de la construcción muestran un número similar de empresas afiliadas, en torno a 2.800 y 2.700 empresas respectivamente.

A raíz de los datos aportados se puede extraer que la economía de Bizkaia no es ajena a la coyuntura global, y la inflación es un lastre a tener en cuenta. La escalada de precios muestra en los últimos meses unos valores ligeramente inferiores a los del conjunto de Estado, pero es preocupante también el último dato disponible. La depreciación del euro frente al dólar o la libra esterlina contribuye a elevar la inflación. Aunque está amortiguando la pérdida de competitividad de nuestras empresas en mercados de fuera de la Eurozona, esta pérdida de valor del euro también está contribuyendo a elevar los niveles de inflación.

En todo caso, Bizkaia también muestra datos esperanzadores que parecen confirmar la recuperación económica: la reducción del déficit del comercio exterior de bienes, los buenos datos del mercado laboral, el descenso del paro y el crecimiento de la afiliación a la Seguridad Social. Todo parece indicar que habrá una recuperación del mercado laboral y para finales de año bajaremos del 10% el paro en Bizkaia.

Optimismo, con permiso de la pandemia y sus consecuencias

Las empresas de Bizkaia encuestadas por la Cámara de Comercio de Bilbao muestran un cierto optimismo respecto al entorno económico general en que se desenvuelve su actividad. El 72% considera que esta evolución está siendo estable o está mejorando a lo largo de 2021, cifra que aumenta hasta el 82% con respecto a 2022.

Por sectores de actividad, la industria y los servicios son los que se muestran más optimistas. Destaca el particular optimismo de la industria, donde más de un 55% considera que el entorno mejorará en 2021 y 2022, y el pesimismo del sector de la construcción, donde un 51% y un 31% considera que el entorno económico está empeorando en 2021 y también lo hará en 2022.

Las empresas entre 50 y 249 empleados se muestran más optimistas que la media, y el 61% y el 74,5% considera que el entorno económico evolucionará de manera positiva en 2021 y 2022. El optimismo es también mayor en las empresas exportadoras, donde un 46% valora positivamente la evolución económica de este año y un 56% son de la misma opinión de cara a 2022.

En términos generales, las empresas se muestran más optimistas respecto a la evolución de su cifra de negocios que a la inversión o a la creación de empleo. El 43% confía en incrementar su cifra de negocios este año, un 33% en poder aumentar su volumen de inversión y un 20% afirma que incrementará su plantilla. En las tres variables, las empresas se muestran más optimistas de cara a 2022: el 42% confía en aumentar la facturación, el 34% confía en aumentar la inversión y el 25% confía en aumentar el empleo.

Por sectores de actividad, la industria es la que expone un mayor optimismo en la cifra de negocios, que contrasta con el menor optimismo del comercio. En cuanto a la inversión, los servicios son más optimistas que los demás sectores respecto a 2021, pero de cara a 2022 es la industria el sector que muestra una previsión de mayor incremento. Por el contrario, el sector comercio es el que muestra una menor tendencia en el incremento de la inversión.

En el empleo, la construcción y los servicios son los que tienen mejores perspectivas de contratación tanto este año como el que viene. Más del 70% de las empresas con 250 o más empleos consideran que incrementarán su cifra de negocios este año. Curiosamente esta previsión cae drásticamente de cara a 2022.

Destaca el hecho de que el 81% de las empresas con mayor empleo (250 o más) confían en incrementar su inversión en 2021 y el 67% también en 2022. En cuanto al empleo, el 64% de las empresas con 250 o más empleados confían en crear empleo en 2021. La previsión para 2022 disminuye significativamente ya que solo el 24% confía en seguir con esta tendencia.

Por último, de cara a 2022 las empresas consideran que los dos mayores retos son: los precios de la energía y las materias primas, y los costes laborales. Respecto a las dificultades derivadas de la pandemia, las empresas destacan y la faltatambién dos preocupaciones: los posibles cambios en el comportamiento de los consumidores y los problemas derivados de la interrupción de las cadenas de suministro.

En resumen, hay optimismo, con permiso del comportamiento de la pandemia y sus consecuencias, y las empresas de Bizkaia están preparadas para despegar cuando la situación sanitaria se estabilice. Las que parten con mayor ventaja son las exportadoras, las emprendedoras, las innovadoras y las digitalizadas; y Cámarabilbao seguirá ofreciendo servicios y acompañamiento para lograr esos cuatro retos.