¿Son compatibles el quick commerce y la sostenibilidad?
Un 82 % de las personas afirman que tienen más presente la sostenibilidad ahora que antes de la pandemia. Además, un 80 % cree que las grandes empresas juegan un papel importante en la lucha contra el cambio climático
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Aunque pueda parecer sorprendente, la preocupación por el medioambiente creció durante la pandemia. Un 82 % de las personas encuestadas al respecto por Google afirman que tienen más presente la sostenibilidad ahora que antes. Además, un 80 % dicen que las grandes empresas juegan un papel importante en la lucha contra el cambio climático.
Por otra parte la última milla, el último tramo que recorre un paquete antes de ser entregado, es el que más contaminación y congestión provoca. El e-commerce ha crecido exponencialmente, tanto que compras que antes se hacían físicamente gracias a la cercanía del comercio, hoy en día se hacen online. Esta tendencia comercial provocará que en la próxima década los envíos urbanos (y por tanto de última milla) aumenten hasta un 78%, según un estudio elaborado por World Economic Forum el cual ha contado con la colaboración de decenas de expertos. Lo que parece una oportunidad económica se está convirtiendo en reto: para que los paquetes no lleguen con retraso el parque de vehículos de mercancías tendría que crecer un 36%, lo que provocaría una mayor congestión de tráfico y por lo tanto retrasos de hasta 11 minutos por viajero en el transporte público y aumento de contaminación por CO2.
Y es que los grandes marketplaces están ofreciendo la entrega en 24 horas, un estándar impuesto por Amazon, y gratis como una forma de diferenciarse frente a sus competidores online. Por su parte el 65% de los e-consumers afirman tener en cuenta los costes y plazos de entrega antes siquiera de añadir productos al carrito de compra, por lo que es claro que las condiciones de entrega afectan directamente a la decisión de compra.
Comodidad en oposición a sostenibilidad
¿Pero es compatible esta preocupación medioambiental de los e-consumers con el incremento que la demanda de rapidez en la logística de ultima milla ha experimentado? Pues parece que cuando se trata de hacer compras respetuosas con el medioambiente, las personas consumidoras no están dispuestos a cambiar calidad, comodidad o rentabilidad por sostenibilidad pero si quieren saber lo que están haciendo para mejorar la sostenibilidad aunque no esperan que las marcas se conviertan en perfectas de la noche a la mañana.
Para dar respuesta a este dilema están implantándose nuevas soluciones que parecen estar convirtiéndose en tendencia. En este sentido, la reconversión del suelo comercial en almacenes especializados en envíos ya es un hecho. Encabezados por la industria alimentaria y la gran distribución, crecen los espacios de atención exclusiva para las compras online. El término dark store se está convirtiendo en todo un fenómeno mundial. Estas tiendas oscuras o fantasma suponen comercios minoristas tradicionales que se han convertido en centros logísticos locales. Su secreto está en alcanzar una gran capilaridad inmobiliaria que achique el concepto de “última milla”.
El origen de este modelo de distribución nace en cadenas de comestibles británicas y estadounidenses que buscaban optimizar la eficiencia en la entrega de comida a domicilio. Su llegada no es consecuencia de la pandemia, pero sí su actual expansión a nivel internacional. La rápida adopción del comercio electrónico en 2021 está induciendo a los minoristas físicos a reevaluar su tamaño, ubicación y función en el futuro. Todo parece apuntar a su multidimensión, con tiendas que operan simultáneamente como espacios de venta, almacenes, puntos de entrega, áreas de interacción con clientes y vehículos estratégicos de marca.
Si quieres ampliar esta información y conocer más modelos de reparto de ultima milla sostenibles consulta la última entrega de los informes de tendencias en comercio elaboradas por Enfokamer, Observatorio del Comercio de Euskadi, entidad perteneciente al Departamento de Turismo, Comercio y Consumo del Gobierno Vasco.