Tendencias clave para el futuro del retail
La seguridad y la protección, tanto de clientes como de personas empleadas, marcarán el devenir del sector los próximos meses.
La pandemia del coronavirus ha provocado durante este último año un cambio drástico en los hábitos de las personas consumidoras. Un hecho que ha llevado al sector del Retail a tener que adaptarse rápidamente, impulsando medidas de protección y sanitarias en los establecimientos físicos, y potenciando de forma muy importante las ventas online y la presencia digital.
De hecho, en el estado español, más de la mitad de consumidores considera que las tiendas están haciendo un buen trabajo para abordar la situación provocada por la Covid-19. Sin embargo, todavía hay un notable porcentaje de personas que se sienten inseguras ante la pandemia. Según datos de dunnhumby, compañía especializada en ciencia de datos, esa cifra ha crecido en los últimos meses, pasando del 31% en septiembre de 2020 al 39% el pasado mes de febrero.
Una situación que condiciona el futuro del sector del Retail, en el que aparecen ya claramente marcadas una serie de tendencias vinculadas a la seguridad y la protección tanto para las personas trabajadoras como para la clientela.
Para ésta, la cercanía física del establecimiento respecto a su lugar de residencia se ha convertido en un valor al alza. Además, durante la pandemia ha aumentado el interés por los hábitos saludables, especialmente en alimentación.
Factor clave
El precio sigue siendo un factor fundamental en la decisión de compra. La crisis ha aumentado incluso su importancia: un 26% busca los establecimientos con mejores precios y más del 20% compara los precios de forma habitual. En lo que coincide la mayoría de las personas consumidoras es que los precios han subido durante la pandemia.
Por último, se ha podido comprobar que la reducción de las restricciones en los locales de restauración ha traído consigo una paulatina recuperación de la clientela. Aunque muy lejos aún de la situación que se vivía en 2019.
En cuanto al sector, la adaptación que ha tenido que realizar le ha obligado, y le seguirá obligando, a buscar nuevos modos o formatos para obtener rentabilidad. Las ventas online, por ejemplo, se han llegado a triplicar respecto a 2019 en determinados comercios. Incluso sectores poco habituales como el de la alimentación o los productos frescos han dado un salto importante en este sentido.
Todo ello ha acelerado los procesos de transformación digital, incorporando nuevas características o mejoras en los puntos de venta, que buscan facilitar y acompañar al cliente durante el proceso de compra. En este proceso han ganado también mucha importancia las personas empleadas, un hecho que los retailers deben saber aprovechar.